CONFIDENCIAS
Me faltan solamente tres meses para cumplir los 81 años.
Suelo en mi conversación estar consciente de que soy un anciano.
En mi vida íntima y corriente me siento joven, entre otras cosas, porque la edad no me tiene con notables limitaciones, más aun, me siento en algunos aspectos físicos, en mejores condiciones que más joven.
Un poco “mi cuerpo es sin edad y mi mente sin tiempo “como el título de un libro.
Mi aspecto exterior, ciertamente, no es el de un joven, pero no me canso al caminar, me mantengo ágil y bastante fuerte. Mi estatura no ha sufrido variación y mi paso es elástico. Mi visión es la misma de hace veinte años y mi oído es excelente.
Con cierta frecuencia trato de analizar el estado de mi mente. En términos generales advierto cambios. Me olvido de las acciones inmediatas. Por ejemplo del lugar donde dejo las cosas o lo que tengo que realizar en un momento dado. Sin embargo estoy traduciendo del francés un libro y no utilizo el diccionario sino raras veces. Dado que tengo dificultades, en mi vida cotidiana, de acordarme de nombres personales y de las cosas, pensé que en mi trabajo de traducción sería menos fluido, pero no ha sido así.
Siempre he sido una persona que manejaba muchos intereses intelectuales simultáneos. Advierto que esta capacidad se ha disminuido, ya que cada vez me siento más rodeado de escritos, artefactos, libros, que ya no utilizo sino rarisimamente. Igualmente eso me ocurre con mis herramientas manuales.
¿Se trata de desinterés? Algo hay de ello. También, al parecer, que ya no tengo la capacidad de realizar cosas en forma simultanea. ¿Será la razón por la que actualmente consigo realizar muy pocas cosas durante el día? ¿Haré las cosas más lentamente? Creo que no. Quizá la respuesta sea si y yo no lo percibo.
Cuando semanalmente voy a la ciudad, mi rapidez al caminar es casi siempre, la de antes. Realizo muchas cosas en poco tiempo. En cambio, en la casa, esa actividad se limita. Además, desecho muchas actividades y me digo “las realizaré mañana”. Se refieren, en general, a aquellas actividades que me piden fuerza muscular. Cosas que, en realidad puedo hacer fácilmente, pero que instintivamente rechazo. Es cierto que con frecuencia tengo sensaciones de dolor muscular en mi cuerpo. Posiblemente por eso las postergo.
Thursday, October 15, 2009
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