Friday, April 09, 2010

proyecciones

PROYECCION

Nuestra vida de relaciones humanas sería más fácil y agradable si no se tuviese la deformación síquico-cultural de Proyectar en el “otro” nuestras malas experiencias internas o tenidas en el transcurso de nuestra vida cono otras personas.
Es como si tuvieses un número limitado de modelos internos para aplicar a aquellas personas con las que nos relacionamos y que no podamos verlos
TAL COMO SON ELLOS

Sino tal como han sido nuestras experiencias personales con otras personas.

Me parece que esta actitud está cada vez más generalizada, probablemente debido a los medios de comunicación masivos que así estandardizan sus comunicaciones y las convierten en MERCANCIAS. Nosotros hacemos algo parecido con nuestras relaciones las marcamos con un signo para poderlas aceptar o rechazar más fácilmente.
Ciertos “modelos” nos los proporciona el medio ambiente en que nos desarrollamos. Son fijos y determinantes. Otros los creamos a base de nuestra múltiple experiencia. Lo que es más grave es que muchos son fruto, no de nuestra experiencia consciente, sino de nuestras represiones y Frustraciones Personales.
Proyectamos sobre el “otro” aquello que deseamos y que reprimimos sabiéndolo o no. Podemos decir y opinar de alguien que es “deshonesto”, justamente porque es algo que disimulamos o reprimimos en nosotros mismos. Estas afirmaciones asertivas no son el resultado de una comprobación real, sino se dan como ciertas y verdaderas. Incluso se intentará razonarlas y presentarlas como certezas no siendo otra cosa que
OPINIONES O CREENCIAS PERSONALES
de ¡quien las emite!

Así, quien más, quien menos, va creando a su alrededor un conjunto de Fantasmas Irreales, escapados de su propia imaginación a los que amará o detestará según las circunstancias.
Digo “fantasmas” porque ya no solemos relacionarnos con personas de carne y hueso con defectos y virtudes, sino con seres de nuestra creación personal.

Todo lo que vengo analizando se hace patético en la ancianidad de forma demasiado generalizada. Observo en mis relaciones en muchos de mis coetáneos (yo también soy un anciano) que pasan sus últimos día profundamente amargados, llenos de odios, atormentados por esos fantasmas que ellos han creado y que en sus últimos días suelen tomar en sus mentes proporciones gigantescas.
Pondré un ejemplo muy común. El anciano/a que tiene una pérdida de memoria y que olvida donde coloca sus objetos. Frecuentemente no sólo dirá que se los han robado, sino que acusará con todo detalle a uno o varios de sus “fantasmas” habituales de haber verificado el robo... En algunos casos, acusarán a personas aun cuando ellos vivan en otra ciudad.
¿Locura senil? En algunos casos, si. En otros no es tan seguro, aunque se parezca.

Veo con tristeza esos odios de los ancianos hacía personas, familiares muchas veces, hijos… a los que declaran casi como monstruos al proyectar sobre ellos aquellas cosas que ellos realizaron en su juventud o, simplemente que desearon realizar.
Son los perros de Tindalos que desgarran amargamente su emocionalidad y cubren de tristeza y rabia sus últimos días.

No comments: